Ya sabéis que en batasdecolegiooriginales estamos concienciados con la reutilización y el reciclaje de las batas de colegio. Nuestra apuesta por la moda sostenible es clara y además nos preocupamos por vivir y fomentar la cultura de la reutilización de todo tipo de materiales. Asimismo, aprovechamos al máximo los tejidos para no desperdiciar nada de tela. Por este motivo, hemos comenzamos a reciclar retales.
Desde hace un tiempo nos negamos a tirar los restos o retales de tejido que sobran al cortar nuestras batas de colegio y que no se pueden reutilizar ni para confeccionar siquiera los lazos que hacemos a juego de los babis por ser pequeños, cortos o estrechos. Los estábamos almacenando en nuestro taller hasta que un día me puse en contacto con Koopera y les consulté si ellos podrían darle una segunda vida a estos retales que a nosotras no nos servían. En Koopera fueron tajantes: “No tires los retales a la basura, aquí le damos una segunda vida a todo”. Así comenzó nuestra colaboración.
Lo primero que me dijeron es que tanto los retales como la ropa y cuando digo ropa me refiero a todo tipo de ropa, incluso la que está rota y es inservible, se puede reutilizar y reciclar. Eso sí, debemos donarla en sus más de 1800 contenedores para garantizar la perfecta conservación de las prendas y/u objetos.
Además, me explicaron también que, aunque casi todos conocemos a Koopera por su planta de reciclaje y sus tiendas, también desarrollan otra labor social muy importante aunque menos conocida: la creación de empleo para personas en riesgo de exclusión social mediante diferentes actividades relacionadas con el cuidado del medio ambiente.
El reciclaje concede a cualquier tejido, prenda o retal una segunda vida
Según me dijeron, en Euskadi podemos reciclar todo tipo de ropa y de tejidos independientemente de su estado así como libros, juguetes y pequeños electrodomésticos, aunque ya no funcionen. Todo tiene una segunda vida. Esa frase se me quedó grabada después de la conversación.
Todas nuestras donaciones van a parar a Koopera Reusing Center, la planta de Koopera en Mungia. De entre ellas, las que están en buen estado se envían a sus propias tiendas, después de un tratamiento de higienización donde se eliminan todos los ácaros y alérgenos. Lo que no se clasifica en planta, aunque ellos no lo reciclan directamente, se encargan de derivarlo a empresas que sí pueden hacerlo.
En función del tipo de fibra le dan una segunda vida totalmente diferente. Por ejemplo, los retales o ropas que sean de poliéster se convierten en alfombras para coches. ¿No os parece genial? ¿Y sabéis qué hacen con las fibras de algodón? Pues bien, o los utilizan para fabricar paneles acústicos o térmicos para edificios o vuelven a hacer hilo nuevo. ¡Increíble!
Me encanta que exista la posibilidad de que el hilo que usamos en nuestro taller pueda provenir de fibras que hayan sido previamente recicladas por nosotras. Aprovechar los tejidos al máximo es imprescindible para nosotras. Como también lo es reciclar los retales que no podemos utilizar para la confección de las batas.
Por mi parte voy a hacer todo lo posible para enterarme de cuál es la empresa que comercializa esos hilos y así poder cerrar la cadena al completo. . ¡Sería perfecto! Espero que a partir de ahora reciclemos absolutamente todo. No nos cuesta nada y aportando todos nuestro granito de arena contribuimos al cuidado del medio ambiente. Sea lo que sea y por muy viejo que esté tiene una segunda oportunidad. Dársela o no está en nuestras manos.